Testigos del coche: ¿Qué significan?
La tecnología que incorporan los nuevos vehículos facilita la detección de averías y fallos del mismo, ya que el sistema electrónico y los sensores instalados a lo largo del coche permiten que este identifique qué le está sucediendo y avise a su propietario o conductor. La manera que tiene el coche de alertarnos sobre alguna anomalía en su funcionamiento y su necesidad son los testigos luminosos.
Los testigos del coche, que se encienden en el cuadro de información detrás del volante, ponen sobre aviso al conductor cuando la mecánica del vehículo falla o necesita algo. Es importante echar un vistazo a estos testigos luminosos para detectar cuanto antes posibles fallos que acaben derivando en una avería grave y, probablemente, muy costosa económicamente hablando.
Para identificar la importancia con la que tenemos que reaccionar si una de estas luces se enciende en el salpicadero, hay un código de colores que organiza las alertas según su gravedad, utilizando los colores rojo y ámbar de manera homogénea en todos los modelos de coche para los fallos más importantes.
Los testigos de color rojo indican que el problema que está sufriendo el coche es grave y que se debe detener el vehículo lo antes posible y llamar a asistencia o llevarlo directamente a un taller. Circular con los testigos luminosos en rojo encendidos, sobre todo si parpadean, nos acabará costando cientos de euros en el mecánico.
El siguiente nivel son los testigos luminosos de color amarillo o ámbar, que indican un fallo en algún sistema. Ante estos testigos, también es conveniente parar y solicitar la ayuda de un profesional, aunque es cierto que se puede circular hasta llegar a un taller sin tener que actuar con tanta celeridad como en el caso anterior.
Por último, los testigos del coche que no sean de ninguno de estos colores (pueden ser verde, azul, blanco… Ya que cada modelo de coche utilizará el que prefiera), dan información sobre el estado del vehículo, pero no significan avería o fallo que requiera una actuación rápida para evitar un daño mayor.
Significado de los testigos luminosos del coche
Para entender el significado de los pictogramas utilizados en los testigos luminosos del coche, es importante acudir al manual de usuario de nuestro vehículo. Aunque existen varios dibujos generalizados, sobre todo los relacionados con las averías más importantes, pueden existir variaciones entre fabricantes y modelos de coche.
Los pictogramas que avisan de las averías más graves o que es más común que se enciendan durante la conducción, según señala el RACE, son los siguientes:
Testigo del sistema de control de gases de escape. Indica que el motor está en modo de emergencia. Se nota pérdida de potencia y el vehículo no superará las 2.000 revoluciones por minuto. Si el coche no da tirones, se podrá seguir circulando hasta llegar a un taller donde solucionar el problema.
Testigo del sistema de precalentamiento en los motores diésel. Hay que esperar a que este testigo se apague para arrancar o dará fallo. En el caso de que empiece a parpadear, significará que hay efectivamente un fallo en el control de motor que habrá que solucionar cuanto antes.
Testigo de presión de inflado de los neumáticos. Nos avisa de que la presión de los neumáticos no es correcta e incluso puede significar un pinchazo. Debido a la importancia de los neumáticos en la seguridad vial, habrá que comprobar su estado de inmediato.
Testigo de fallo en el alternador. Es uno de los testigos luminosos más graves. Indica que la batería del vehículo no está cargando, lo que se puede deber a un fallo en la correa de servicio o en el funcionamiento del alternador. Hay que pararse en cuando salta este testigo.
Testigo del aceite. Puede indicar nivel bajo o presión baja. Si se enciende en amarillo, podremos circular sin problema hasta llegar a una estación de servicio o un mecánico que rellene el depósito. Eso sí, si el testigo se enciende en color rojo, habrá que detener el coche ipso facto para evitar problemas en el motor.
Testigo de exceso de temperatura del líquido refrigerante. Es un testigo un poco ambiguo, ya que significar que hay fallos en la gestión del motor, en el sistema de encendido, de inyección… Si se enciende en amarillo, lo mejor que podremos hacer es ir al mecánico para que conecte en el ODB y haga un diagnóstico del vehículo.