Mi coche echa humo, ¿qué significa según el color?
- Mi coche echa humo de color blanco
- Mi coche echa humo de color negro
- Mi coche echa humo de color azul
- Mi coche echa humo grisáceo
- Humo en coche de ocasión
Es habitual que los vehículos con motor de combustión expulsen, de vez en cuando, algo de humo por el tubo de escape. Sin embargo, dependiendo del color de este humo, el coche puede estar avisándonos de que sufre una avería. Así pues, lo primero que hay que hacer es identificar el color y la densidad del humo que sale por el tubo de escape para saber si hay que llevar el coche al mecánico o no.
Mi coche echa humo de color blanco
Si es un humo ligero, no hay que preocuparse, especialmente si hace frío o hay un fuerte contraste de temperatura. Cuando las temperaturas bajan y arrancamos el coche, éste empieza a calentarse y se produce vapor de agua que sale en forma de humo blanco y fino, como si fuera una neblina, del tubo de escape. Tiende a desaparecer cuando se inicia la marcha.
Si, por el contrario, el humo blanco que sale de nuestro coche es espeso como una nube, deberíamos pasar por el mecánico, ya que podría haber un problema en el motor o el líquido refrigerante podría estar quemándose. La reparación puede llegar a superar los varios cientos de euros, sobre todo si el fallo reside en el bloque motor del coche.
Mi coche echa humo de color negro
Igual en el caso anterior, el nivel de alerta dependerá de la densidad del humo y el tipo de motor. En los coches diésel suele ser más habitual que, de vez en cuando, el coche expulse un ligero humo negro debido a la presencia de algo de suciedad o de carbonilla en los inyectores o el sistema de escape. Por otro lado, no es algo que se deba considerar normal en coches con motor de gasolina, ya que el humo negro podría estar provocado por una quema excesiva de gasolina, un fallo que puede generar averías más graves, o por un problema en el circuito de la gasolina.
Otros fallos que causan un humo negro que tienen fácil solución son unos inyectores obstruidos y sucios que causen una mala combustión y, por ende, el humo negro; o que el filtro del aire esté igualmente obstruido o sucio. En ambos casos, la solución pasa por limpiar los inyectores y sustituir el filtro.
Mi coche echa humo de color azul
Este color debe ponernos siempre en alerta, ya que avisa de que el coche está quemando el aceite del motor. Esto puede significar que haya una fuga y esté cayendo sobre el motor o se esté filtrando, lo que puede provocar una avería muy grave de más de mil euros de reparación. Si el humo es moderado, lo mejor es acudir cuanto antes al taller. Si el humo es muy abundante, deberemos dejar el coche parado y llamar a la grúa, ya que, de seguir en circulación, el motor podría llegar a romperse.
Mi coche echa humo grisáceo
Suele ser habitual que los coches de combustión, de vez en cuando, emitan un humo grisáceo por el tubo de escape. Pero este tipo de gases podrían ser síntoma, igualmente, de una avería grave como un problema en la culata, uno de los más caros de reparar. Si este humo gris va acompañado de un fuerte olor, habrá que acudir al taller inmediatamente, ya que puede estar generando un sobrecalentamiento del motor.
Humo en coche de ocasión
El mantenimiento de un vehículo es una tarea que hay que llevar al día y por lo que deberemos preguntar si vamos a comprar un coche de segunda mano. En el momento de la prueba de conducción, además de revisar el estado general del vehículo, nos deberemos fijar en si este expulsa algún tipo de humo durante la marcha. Para comprobarlo, lo ideal será circular a unos 50 kilómetros por hora en segunda marcha y acelerar a fondo. Si sale humo, mejor evitar ese coche al no poder discernir a qué tipo de avería nos enfrentaremos en un futuro cercano.
Antes de comprar un coche de segunda mano, es necesario comprobar y revisar el historial del vehículo para asegurarse de que no estamos frente a un vehículo con vicios ocultos. Con el informe CARFAX podrás conocer detalles disponibles sobre el coche que quieres comprar.