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17 abril 2023

Todo lo que necesitas saber sobre neumáticos

  1. Tipos de neumáticos
  2. ¿Cuánto dura un neumático de coche?
  3. Esta es la presión correcta de los neumáticos
  4. Estado y desgaste de los neumáticos
  5. Almacenaje de neumáticos
  6. Cómo cambiar un neumático
  7. La señal de que necesitas ruedas nuevas
  8. Los neumáticos son primordiales para la seguridad vial

Los neumáticos del coche son uno de los elementos que más intervienen en la seguridad vial, ya que están en contacto constante con el asfalto. Una conducción segura y sin incidentes dependerá en parte de la calidad y del estado de los neumáticos que equipo nuestro coche, dos cualidades que a su vez obedecen a otros factores.

Además de a la seguridad vial, los neumáticos también afectan a las cifras de consumo de combustible del vehículo, razón más para cuidar de su estado y llevar al día su mantenimiento y sustitución. En esta guía de neumáticos repasamos los aspectos más importantes a tener en cuenta como la edad de las ruedas, los tipos de neumáticos de coche y cómo cambiarlos, entre otras informaciones.

Tipos de neumáticos

La primera característica del neumático a la que debemos atender para comprar los adecuados es el tipo de neumático y cómo este soporta los cambios de temperatura, ya que, por un lado, existen diversas tipologías según el clima o el tipo de asfalto por el que vayamos a circular más habitualmente. Por otro, hay que ser conscientes de que el caucho y la goma son materiales que sufren con la oscilación térmica. Los tres grandes tipos de neumáticos son los de invierno, los de verano y los de todo tiempo y ahora repasaremos sus cualidades y en qué contexto deben usarse.

Los neumáticos de invierno están tratados para aguantar mejor el frío, no perder sus propiedades ante las bajas temperaturas y evacuar mejor el agua. En España pueden usarse como alternativa a las cadenas cuando nieva y son recomendados en zonas de nieve y montaña. La temperatura perfecta para usar neumáticos de inverno es la que está por debajo de los 7°C.

Los neumáticos de verano funcionan al contrario que estos primeros: cuando mejor rinden es cuando suben las temperaturas. Estas gomas están fabricadas con un caucho más duro que se adhiere mejor al asfalto y se adapta a temperaturas más altas. También están diseños para comportarse mejor en situaciones de aquaplaning ante las tormentas de verano. Estos neumáticos están indicados para temperaturas a partir de los 10 grados y alcanzan un mayor rendimiento en torno a los 25ºC.

Por último, encontramos los neumáticos all season, también llamados todo tiempo ya que son versátiles e indicados para cualquier estación del año incluso con oscilaciones térmicas excesivas, desde los cero hasta los más de 30 grados. Tienen un dibujo que facilita la evacuación del agua, pero si nieva será necesario montar cadenas cuando se requieras.

Más allá de estos tipos de neumáticos, que son los más comunes entre los turismos desde los de tipo utilitario hasta los SUV, existen también neumáticos todoterreno para coches de este segmento, más grandes y acostumbrados a circular por zonas de tierra. Este tipo de rueda se comporta mejor en terrenos off road, al igual que los neumáticos deportivos para coches con mayor potencia ofrecerán un mejor rendimiento al circular a altas velocidades.

A la hora de escoger neumáticos es importante atender, además de al clima y las condiciones meteorológicas de nuestro entorno, a los consejos y recomendaciones del fabricante.

¿Cuánto dura un neumático de coche?

Los neumáticos sufren el desgaste por uso más que cualquier otra pieza de un coche. La duración de los neumáticos suele venir determinada por la cantidad de kilómetros que hayan recorrido, aunque también pueden perder sus propiedades por efectos de clima como hemos visto en el apartado anterior. De todas formas, es posible que las gomas que no se hayan usado pero que se hayan fabricado hace un cierto tiempo hayan perdido, igualmente, parte de sus propiedades. Por esta razón es importante saber cuándo se fabricó el neumático.

Cómo saber la edad de un neumático? Tendremos que fijarnos en el código DOT, un número formado por cuatro cifras que encontraremos en el flanco del neumático. Las dos primeras harán referencia a la semana del año en la que se produjeron los neumáticos y las dos últimas, al año en cuestión. Por ejemplo, un código DOT que sea 3220 nos estará indicando que ese neumático se fabricó la semana 32 del año 2020. Es importante saber que este número no tiene nada que ver con la fecha de caducidad de un neumático.

¿Cuándo caduca un neumático? La verdad es que no hay una fecha exacta. Los fabricantes aconsejan revisan el estado de las gomas cuando hayan pasado cinco años desde su instalación si no se han usado lo suficiente como para que se desgasten. La duración de los neumáticos se determina, al fin y al cabo, con el uso.

Cuando el dibujo de la banda de rodadura baje de los 1,6 milímetros deberemos sustituir los neumáticos para circular con seguridad y para evitar multas de tráfico. Igualmente, los fabricantes aconsejan sustituir las gomas cuando hayan pasado diez años desde su instalación y del mismo modo habrá que cambiarlas cuando muestren desperfectos, abolladuras o irregularidades.

Esta es la presión correcta de los neumáticos

La presión de los neumáticos es otra de las características que afectan a la seguridad vial, al consumo de combustible y a las probabilidades de pinchar una rueda. Si la presión del inflado del neumático es inferior a la recomendada, aumentará la resistencia del neumático al rodar y, consecuentemente, lo hará el consumo de carburante y el desgaste de la goma. Cuando la presión del neumático es demasiado alta disminuirá la resistencia a la rodadura, por lo que el consumo de combustible también aumentará, así como el riesgo de sufrir un pinchazo.

La presión adecuada para nuestros neumáticos, tanto si el coche está cargado como si no, será la que indique el fabricante. De todas formas, de manera generalizada, la presión para neumáticos idónea suele ser de entre 2 y 2,5 bares, aunque hay que tener en cuenta que cuando suben las temperaturas aumenta la presión del neumático y viceversa en invierno, por lo que deberemos revisar la presión de los neumáticos durante estas épocas del año.

Cómo mirar la presión de las ruedas

¿Cómo saber la presión de los neumáticos? El procedimiento es muy sencillo. El coche deberá estar parado y las ruedas, frías. Quitaremos con cuidado el tapón de la válvula y conectaremos a esta misma el manómetro, que en el momento nos indicará la cantidad de aire dentro del neumático. Esta cifra la deberemos comparar con las especificaciones del fabricante y volver a colocar la válvula cuando retiremos el manómetro.

Si descubrimos que las ruedas están deshinchadas, ahora que sabemos cómo se mide la presión de los neumáticos, lo más sencillo será parar en uno de los hinchadores que hay en las gasolineras. Quitaremos el tapón de la válvula del neumático e iremos llenando de aire la rueda hasta que llegue al valor recomendado, recordando hacer este proceso siempre en frío. También podemos llevar un compresor de aire portátil adaptable al mechero del coche para poder inflar las ruedas cuando sea necesario.

Algunos consejos útiles para evitar que las ruedas pierdan presión es revisarlas siempre antes de salir de viaje y ajustar los valores cuando vayamos a cargar el vehículo más de lo habitual. Del mismo modo, habrá que ajustar las presiones dependiendo de la temperatura exterior. Por último, llevar las válvulas adecuadas y en buen estado ayudará a evitar las pérdidas de aire y, por lo tanto, de presión de los neumáticos.

Estado y desgaste de los neumáticos

Como hemos comentado a lo largo de los párrafos anteriores, la calidad y el buen estado de los neumáticos intervienen directamente en nuestra seguridad al volante. Unas ruedas en mal estado serán más propensas a sufrir pinchazos durante la marcha o a perder la adherencia al asfalto, aumentando las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico. Igualmente, unas gomas en mal estado dispararán el consumo de combustible, ya que la eficiencia del neumático es mayor cuanto mejores sean sus condiciones.

Además del desgaste por uso, los neumáticos acusan las temperaturas y las condiciones de conducción extremas, entendiendo estas últimas como los caminos con piedras o grava. Así mismo, los golpes que les demos contra, por ejemplo, los bordillos a la hora de aparcar o el tener el coche parado durante un periodo de tiempo prolongado podrían deformar el neumático y la banda de rodadura.

Según lo que observan las estaciones de ITV, los mayores defectos que presentan los neumáticos de turismos son desgastes irregulares en la banda de rodadura, cortes o deformaciones generales y un deterioro del dibujo de la banda por debajo del límite legal. Con comprobar el estado de los neumáticos y revisar la presión, se solucionarían la mayoría de estos defectos. A la hora de comprobar el desgaste de los neumáticos, deberemos realizar una inspección visual de manera periódica para asegurar que no hay ningún bollo o deformación aparentes, medir la profundidad del dibujo de la banda de rodadura y chequear las presiones. Llevar a cabo estas comprobaciones con regularidad nos ayudará a saber el estado de los neumáticos. Recuerda que acudir con unos neumáticos gastados a la ITV podría ser motivo de suspenso.

Además de revisar el estado de los neumáticos, deberemos comprar por un lado aquellos cuyas medidas sean compatibles con nuestro vehículo y aquellos cuya calidad sea adecuada. Es mucho mejor invertir en ruedas con un precio más elevado pero un comportamiento y unas características sobresalientes, así reduciremos el consumo de combustible, el ruido durante la conducción y mejoraremos el comportamiento de nuestro coche. Obviamente, después de invertir en neumáticos de calidad deberemos cuidarlos: es aconsejable comprobar las presiones con regularidad, mover el coche si lo vamos a dejar parado un periodo para evitar deformaciones y tratar de conducir con cuidado de golpear las ruedas o las llantas, evitando los terrenos con piedras o similares.

Almacenaje de neumáticos

Aunque ya hemos especificado que los neumáticos no caducan, las condiciones en las que los guardemos cuando no los estemos usando pueden acelerar su desgaste. Deberemos distinguir si guardamos las ruedas por un lado o si dejamos todo el coche parado durante un periodo prolongado.

En el primer caso, hay que prestar especial a cómo conservamos neumáticos sin usar o desmontados: deben estar en un lugar fresco, seco, ligeramente ventilado y alejado de la luz solar, como un sótano o un garaje donde no haya excesivos cambios de temperatura. Si nuestro caso es el segundo, a estas condiciones deberemos añadir la necesidad de mover el vehículo de vez en cuando (por ejemplo, cada semana o cada diez días) para evitar que el peso del coche deforme la rueda.

Cómo cambiar un neumático

Si durante un viaje notamos que llevamos una rueda del coche pinchada, deberemos parar para cambiarla en cuanto nos sea posible. Circular con un neumático pinchado es un gesto de alto riesgo que puede provocar un accidente de tráfico, ya que afectará a la capacidad del vehículo para acelerar y frenar así como al a dirección; además de graves daños en la llanta del coche, deformándola.

Para evitar sufrir pinchazos o reventones en las ruedas, deberemos aplicar el mantenimiento periódico que hemos explicado en los párrafos anteriores, cambiar los neumáticos cuando sea necesario y estar atento a los sensores del coche, que nos indicarán si la presión en algunas de las ruedas baja de improviso o si hay algún problema.

Pasos para cambiar un neumático

Para cambiar un neumático deberemos, ante todo, parar el coche en una zona idónea para ello y activar las luces de emergencia, colocando los triángulos de señalización o usando la luz V-16. Antes de salir del coche, habrá que ponerse el chaleco reflectante.

Una vez que hayamos salido del coche con seguridad, deberemos proceder a aflojar los tornillos de la rueda. Si nuestro coche tiene tapacubos, lo deberemos retirar. Es ahora cuando levantaremos el coche usando el gato, retiraremos todos los tornillos y colocaremos el neumático dañado cerca del gato, para usarlo como medida de seguridad y el gato cede.

Colocamos la rueda nueva y nos aseguramos de volver a poner todos los tornillos en su lugar. Con mucho cuidado bajamos el coche y procedemos a apretar bien todos los tornillos con la llave. Recuerda que si has colocado la rueda de repuesto, es posible que su presión no sea adecuada y, además, deberás sustituirla pronto.

ITV y neumáticos

Los neumáticos son uno de los protagonistas de las ITV. ¿Qué características de nuestras ruedas revisan en las inspecciones técnicas? Principalmente, que no existan desgastes excesivos en la banda de rodadura, que no haya ampollas, deformaciones anormales o roturas en los flancos o de la banda y que el neumático no interfiera con otras partes del vehículo.

También se mira que los neumáticos instalados coincidan con los indicados en la ficha técnica del fabricante. Esto se conoce como la que indica el fabricante en la ficha técnica, lo que se conoce como la equivalencia de neumáticos. Los neumáticos equivalentes son ruedas con medidas similares a las especificadas por el fabricante y homologadas para su uso por la DGT. Las tablas de equivalencia neumáticos de la ITV revisan que las medidas de estos neumáticos equivalentes no difieran en más de un 3% de aquellas medidas indicadas en el manual de mantenimiento del vehículo, ni en ancho, perfil o diámetro ni en las velocidades máximas soportadas.

La señal de que necesitas ruedas nuevas

Según los centros de ITV españoles, las ruedas, los neumáticos y la suspensión representan más del 19% de los defectos graves detectados en las estaciones. Unos neumáticos malos o en mal estado pueden aumentar sustancialmente las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico y disparar el consumo de combustible de nuestro coche.

Si durante la inspección ocular que hemos aconsejado realizar periódicamente en los párrafos anteriores detectamos algún bollo, alguna grieta en el neumático o similares, deberemos cambiar las ruedas. También será señal para sustituir los neumáticos que el dibujo de la banda de rodadura esté por debajo de los 1,6 milímetros, aunque se recomienda cambiarlos incluso antes.

Si bien no hay una fecha de caducidad para los neumáticos, observando el número DOT que explicábamos al inicio de esta guía podremos saber cuál es la fecha de fabricación de los neumáticos. Consecuentemente, los fabricantes recomiendan cambiarlas aunque estén en buenas condiciones si han pasado diez años desde que se hicieran las gomas, así como revisarlas si han pasado cinco años.

De manera genérica se señala que la vida útil de un neumático está entre los 40.000 y los 50.000 kilómetros, aunque será su estado el que nos avisará de cuándo necesitamos cambiarlos. Puede ser que sea a menor o a mayor distancia recorrida, pero si la rueda presenta deformaciones o no tiene apenas dibujo, habrá que sustituirla sin demora.

Los neumáticos son primordiales para la seguridad vial

Desde escoger unos buenos neumáticos, de las medidas y las características adecuadas para nuestro vehículo y nuestros hábitos de conducción, hasta cómo prestarlas la debida atención y revisar su estado de manera regular, esta guía pone el foco en la importancia de los neumáticos en la seguridad vial.

No obstante muchos conductores pasen por alto la salud de los neumáticos, no hay que descuidarlos. Revisar la presión de las ruedas y echar un vistazo a la banda de rodadura para comprobar que está todo en orden son gestos que debemos incorporar a nuestra rutina de mantenimiento y revisiones del vehículo para conducir con seguridad y ahorrar en combustible.


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