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03 abril 2023

Mantén el valor de tu coche, llueva o truene

  1. Protege tu coche durante las estaciones cálidas
  2. Protege tu coche durante las estaciones frías
  3. Encerar el coche es la mejor manera de protegerlo
  4. Consejos para cuidar tu coche

El valor del vehículo una vez que ha salido del concesionario desciende de manera acusada durante los primeros años de vida, aunque es contener esta pérdida de valor si llevamos al día los cuidados del coche que le harán lucir como nuevo, como proteger el coche de la intemperie y cuidar la pintura y la carrocería.

Un exterior bonito siempre le dará al vehículo un toque más nuevo y más cuidado, por lo que es importante saber cómo cuidar el coche de los agentes externos como la nieve, la lluvia, el sol intenso y otra serie de fenómenos que pueden provocar daños en la pintura. La humedad de la lluvia y las estaciones como el otoño pueden provocar la aparición de óxido, la sal que se utiliza para evitar la aparición de hielo cuando nieva puede corroer los bajos del coche y el sol puede comerse el color y el brillo de la pintura.

Si queremos proteger el coche de la intemperie, deberemos saber cómo actuar ante cada fenómeno atmosférico y cómo contrarrestar sus efectos. Un conductor que cuida del coche conseguirá mantener un valor de venta más alto durante más tiempo.

Protege tu coche durante las estaciones cálidas

El verano y la primavera traen consigo altas temperaturas, una mayor humedad en según qué zonas del país y también lluvias y repentinas tormentas de verano. Aunque en su justa medida y con el cuidado necesario, este clima no debería afectar de manera muy grave a nuestro coche, es posible que sí que traiga consecuencias negativas si no tenemos cuidado. Las altas temperaturas y el sol directo afectarán a la carrocería y la pintura, al igual que al interior de nuestro coche, mientras que la humedad podría provocar la aparición de óxido y corrosión en la chapa, sobre todo en zonas de playa.

Cómo proteger el coche del sol

En verano y en primavera cuando empiezan a subir las temperaturas, lo primero que tenemos que hacer es proteger el coche del sol. Lo más fácil es aparcar siempre a cubierto, pero es cierto que no todo el mundo dispone de una plaza de garaje o a veces tenemos que estacionar en la calle. Si no sabemos cómo tapar el coche del sol cuando aparcamos fuera del garaje, deberemos buscar siempre una zona con sombra o comprar una funda de coche para el sol (en internet hay varios modelos). Eso sí, siempre hay que tener cuidado al aparcar debajo de zonas arboladas: durante la primavera, podemos encontrar deposiciones de pájaros, altamente corrosivas, o incluso restos de resinas en la carrocería del coche.

En definitiva, para proteger la pintura del coche y el color de la chapa de los efectos del sol hay que cubrir el coche siempre, sea con un protector de coche exterior o para el sol. Obviamente, no nos podemos olvidar de los efectos del sol en el interior del coche: si lo aparcamos de manera prolongada bajo el sol, habrá que tapar las ventanas del coche y colocar el parasol del coche.

Una idea para proteger el coche del sol si no tenemos parasoles para las ventanillas es colocar toallas o trapos y sujetarlas con el propio cristal. De esta manera conseguiremos evitar que la temperatura del interior aumente demasiado y que los plásticos interiores y la tapicería sufran el desgaste por la exposición a los rayos UV.

Cómo quitar manchas de sol de la carrocería

Durante el verano, es aconsejable lavar el coche al menos una vez a la semana para mantener la carrocería y la pintura brillantes y en buen estado. Eso sí, nunca deberemos lavar el coche en la calle y dejarlo secar al sol, ya que el efecto de los rayos solares podrían hacer que el agua se secara dejando brillos y marcas. Igualmente, es posible que el sol deje marcas en la pintura. Para eliminarlas habrá que lijar con muchísimo cuidado la chapa, volver a pintarla si es necesario y, finalmente, encerarla. Si no estamos seguros de poder ejecutar esta reparación, lo mejor será acudir a un especialista.

Además de afectar gravemente a la carrocería y al color de la pintura, los efectos de dejar el coche a merced del sol y las altas temperaturas también son mecánicos. Es habitual que tras una exposición prolongada al sol el coche pierda potencia, incluso de hasta un 15% menos, que los neumáticos se desgasten mucho antes y que los frenos sean menos efectivos.

Cómo proteger el coche de la humedad y la lluvia

La lluvia, habitualmente, no es solo agua. Las tormentas y chubascos suelen arrastras barro, suciedad y otros agentes que se depositan sobre la carrocería y dejan manchas. Por esta razón, es importante limpiar nuestro coche también después de que haya llovido. Además, un ambiente húmedo facilita la aparición de óxido y corrosión en la carrocería. Pero los efectos de la humedad no afectan solo al exterior del vehículo: el interior también sufre cuando la humedad se acumula y puede degradar el estado de la tapicería y su tacto.

Dejar el coche aparcado al sol (siempre evitando las horas centrales), con las puertas abiertas, será la mejor manera de eliminar la humedad del interior del coche. También se pueden limpiar las partes en las que hayan aparecido humedades con bicarbonato y vinagre, teniendo especial cuidado de no aplicar esta solución en las superficies más delicadas del vehículo, como los asientos de piel. Hacer un buen uso de climatizador del coche, encendiendo la calefacción, también ayudará a eliminar la humedad del interior del vehículo y a proteger el coche de la humedad.

Atención si vas a la playa

Si residimos o viajamos por zonas de costa, hay que tener en cuenta que el salitre y la arena pueden deteriorar el exterior del vehículo, dañar el color y el brillo de la pintura e incluso favorecer la aparición de la corrosión. El salitre es especialmente dañino para los metales ya que acelera la oxidación y la corrosión en combinación con la humedad. Lo mejor es evitar aparcar el coche cerca del mar, estacionándolo en áreas más apartadas, y hacerlo siempre con las ventanillas cerradas: si las dejamos abiertas, el salitre puede entrar en el interior del vehículo, dañándolo.

Para evitar daños en el vehículo, hay que lavarlo con abundante agua al volver de la playa, prestando especial atención a no frotar la superficie ni con paños ni trapos para evitar rayar la pintura si hay arena sobre la carrocería. Una buena manera de proteger el coche de la humedad de las zonas costeras y de la arena es usar ceras que protejan la pintura.

Además de la pintura, un elemento al que afecta la humedad y, más aún, el salitre, que a veces se pasa por alto son las llantas. Si los neumáticos sufren los cambios de temperatura y el calor, las llantas también se pueden ver afectadas por la humedad y la sal, por lo que no hay que olvidar lavarlas también cuando volvamos de la playa.

La corrosión

La sal es uno de los elementos que más pueden favorecer la corrosión de la pintura del vehículo, pero no es el único. La humedad y el agua también aceleran este proceso, que puede acabar ocasionando graves daños en la carrocería del vehículo. Para proteger el coche de la humedad, la sal y otros agentes que propicien la corrosión, hay que vigilar el estado de la pintura y la limpieza del coche.

Si la pintura ya está dañada, será más fácil que la corrosión acabe de estropearla. Sin embargo, si cuidamos el estado de la pintura del coche y esta está siempre en perfectas condiciones, será más difícil que la corrosión haga mella en ella. Igualmente, un coche limpio y una carrocería cuidada mantendrán a raya la aparición de óxido y corrosión. Así pues, en el momento en el que hayamos visitado una zona de playa, haya llovido o similares, deberemos limpiar el coche y protegerlo adecuadamente.

Para proteger el coche de los daños que puedan provocar todos estos agentes, es importante limpiar la carrocería con regularidad y no olvidarse de aplicar una cera protectora adecuada. Las hay naturales y sintéticas, en formato sólido, líquido o en spray. Las ceras crean una capa protectora del vehículo que reduce los daños de la humedad, el sol y la sal sobre la pintura, manteniéndola intacta durante más tiempo.

Algunas de las marcas de ceras más valoradas en internet son las de Maddox, Meguiar’s o Walili. A la hora de comprar, deberemos elegir la que más cómoda nos resulte de aplicar y seguir siempre las instrucciones de uso, además de escoger aquella que sea más adecuada para el tipo de puntura de nuestro coche, sobre todo si tenemos un color o un acabado particular.

Protege tu coche durante las estaciones frías

El invierno también afecta negativamente a nuestro coche, desde el funcionamiento mecánico hasta el exterior. Cuando bajan las temperaturas, los líquidos como el aceite o incluso el combustible pueden espesarse hasta el punto de no fluir correctamente, afectando al comportamiento del coche. Pero las consecuencias del frío llegan mucho más allá. Por ejemplo, todos los elementos de goma perderán sus propiedades por debajo de los diez grados, desde los neumáticos hasta los manguitos. El agua de los limpiaparabrisas podría congelarse y, por supuesto, la batería perderá potencia cuando la temperatura baje de los cero grados. Otras partes del coche que pueden congelarse son las cerraduras, aunque el mercurio debería bajar de los diez grados.

Pero además, la nieve y el hielo que se forman y que cubren el vehículo acelerarán, cómo no, la aparición de óxido en la pintura y la carrocería. La mejor manera de evitar estos daños es aparcar el coche a cubierto y, si no, protegerlo con una lona. Tapar el coche en invierno es la mejor manera de cuidarlo, apostando por fundas impermeables o similares. Apostar por un buen líquido refrigerante, por otro lado, nos ayudará a cuidar de la mecánica, ya que no solo es importante e, igualmente, es importante cubrir el parabrisas (puede ser con un cartón) y dejar los limpiaparabrisas levantados para que no queden pegados al cristal con la aparición de hielo. Estos son los principales pasos a seguir si todavía no sabes cómo proteger el coche de las heladas.

En el caso de que vayas a recoger tu coche por la mañana y lo encuentres cubierto de nieve o hielo, es importante saber limpiarlo adecuadamente. Lo primero es quitar la nieve con cuidado de no rayar la pintura. Después, tocará eliminar el hielo del cristal, ya que el del resto de la carrocería ser irá disolviendo conforme el vehículo coja calor. Para quitar el hielo del parabrisas hay que tener especial cuidado, no usar elementos que puedan rayar el cristal y no aplicar calor directo, ya que el estrés térmico podría provocar daños graves. Lo mejor es tener algo de paciencia y usar una rasqueta adecuada para ir retirando el hielo poco a poco. Aplicar algo de alcohol puede ayudar a acelerar el proceso.

La nieve y la sal afectan a tu coche

La bajada de las temperaturas tiene consecuencias negativas para el coche, pero también la sal y la nieve que se puede acumular en los bajos. Cuando nieva, para evitar la formación de placas de hielo, es habitual que los servicios de emergencia echen sal en las carreteras. Esta sal, mezclada con la humedad y la nieve, acelera la aparición de la corrosión. Además de, como hemos explicado antes, usar una cera protectora, es importante limpiar los bajos de coche si hemos circulado por nieve nada más volver a casa o al garaje. Con agua abundante, deberemos rociar bajos y llantas y para evitar la aparición de la corrosión y el óxido. Si es posible, una vez enjuagado el coche, habría que secarlo bien y volver a aplicar cera.

Encerar el coche es la mejor manera de protegerlo

Parece una tontería o quizás este paso se nos olvide, pero encerar el coche después de haber limpiado la carrocería es la mejor manera de proteger el coche del frío y del calor. Usar cera para nuestro vehículo mejora, por un lado, su aspecto estético al darle más brillo a la pintura. Por otro, la protege de los rayos ultravioleta, el agua y la suciedad. Los fabricantes y expertos coinciden en que cada tres meses es la fecha idónea sobre cuándo encerar el coche, reaplicando una nueva capa si las condiciones meteorológicas lo requieren.

A la hora de aplicar una capa de cera, es importante seguir a la perfección las instrucciones del fabricante del producto y, por supuesto, haber limpiado bien y en profundidad el coche, usando los materiales y productos adecuados. Escoger bien tanto el jabón como el tipo de cera es importante para conseguir un resultado óptimo.

Existen diversos tipos de cera para el coche, pero quizás los más conocidos sean el de teflón o la de tipo cerámica. La cera de teflón es un polímero con base de cera sintética, mientras que el tipo de cerámico usa carborundum, un material muy resiste y duro. Ambos dos tipos de cera protegen el coche contra muy diversos tipos de agentes externos, aunque este segundo quizás sea el más caro pero también el que más cobertura ofrece.

Consejos para cuidar tu coche

En resumen: para mantener un coche adecuadamente no hay que descuidar la limpieza de la carrocería y, para protegerlo contra los agentes externos, es importante encerarlo. Tanto en invierno como en verano, es indispensable limpiar de manera regular el vehículo, utilizando productos de calidad.

La humedad, el barro, la sal, los excrementos de los pájaros y el sol son enemigos acérrimos de la carrocería y la pintura del coche, por lo que los propietarios deben estar atentos para ir adecuando las rutinas de lavado del coche y de cuidados si en una estación u otra estos factores están más o menos presentes. Si queremos mantener el valor de nuestro coche y que siempre luzca como nuevo, es importante proteger y cuidar la pintura.


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