10 consejos para detectar fraudes en el historial del vehículo

El número de bastidor o VIN del informe tiene que coincidir con el coche. Habitualmente, este se encuentra en el salpicadero o en la parte interior de la puerta del conductor.

Al comprobar el número de bastidor, hay que mirar que no haya arañazos encima o pegatinas, que suelen ser síntomas de fraude o de modificación del número de bastidor.

Los informes de vehículo se pueden obtener de diversas fuentes y, cuantas más, mejor. Comparar el informe CARFAX con el de la DGT, gratuito o completo, ayudará a revelar posibles discrepancias, síntomas de estafa.

Con los dos informes en la mano, hay que ver que las fechas de revisión, de cambio de propietario, el número de propietarios o los registros del cuentakilómetros coinciden en la medida de lo posible. La existencia de varias discrepancias será motivo para alarmarse.

Es importante fijarse no solo en los datos del informe, sino también en su estado, ya que el vendedor podría facilitar un informe falso. Los historiales fraudulentos tienen un formato pobre, errores gramaticales o de ortografía... Mientras que los originales siempre tienen una apariencia profesional.

Hay que asegurarse de que el informe está actualizado y la versión consultada cubre todo el historial del vehículo posible. Igualmente, hay que fijarse si en la línea temporal que cubre el informe hay huecos en blanco, lo que significa que falta información.

Además del informe del vehículo, también que examinar el pasado del vendedor para asegurarse de que es de fiar y tiene una buena reputación. Hay que desconfiar de los vendedores con malas críticas online o denunciados por malas prácticas.

Es importante comprobar las declaraciones de accidentes con el estado del vehículo. Si el coche presenta daños, pero no hay registro del incidente en el informe, puede ser que el vendedor oculte algo.

De igual manera, una falta de registros de mantenimiento y revisiones del coche puede significar un cuidado pobre o inexistente del mismo, lo que afectará a su estado mecánico.

Anuncios de coches con precios muy bajos pueden ser un signo de intento de estafa por parte del vendedor.

No es una cuestión baladí: quien solo quiera dinero en efectivo puede tener motivos no legítimos para vender el coche. Es mejor evitar a los vendedores que no ofrezcan métodos de pago más seguros como PayPal o transferencias bancarias.

Si algo huele mal, mejor abandonar la compra del coche. Confiar en los propios instintos puede salvarte de una posible estafa y de futuros quebraderos de cabeza.